Mujer como objeto sexual en la publicidad

Publicidad Tom Ford

En nuestra sociedad de consumo lo más importante para una empresa es vender sus productos y llegar al mayor público posible. Para ello, las empresas utilizan cada vez las técnicas publicitarias más diversas y novedosas posibles, y conseguir con ello, atraer a un gran número de personas, para que así suban las ventas del producto en cuestión y además se consiga que éste sea líder en el mercado por encima de los competidores. 

Una de las prácticas más comunes que las empresas utilizan a la hora de realizar un Spot publicitario es recurrir a un objeto o persona que llame la atención del espectador solo con que éste eche un primer vistazo. En este caso, y en relación con esto, es llamativo que casi siempre se piense y se utilice una mujer como el objeto que llama la atención del gran público soberano, y además siempre aparece con una connotación sexual. Cada vez es más común que nuestros medios de comunicación de masas nos ofrezcan mujeres de todas las formas posibles, incluso desnudas. Así, hay que hacer referencia a dos técnicas muy utilizadas en este aspecto:

- La mujer como ornamento o decoración: aquí se utiliza a la mujer como un decorado más que acompaña al producto anunciado. 

- La mujer como escaparate: la mujer es utilizada para simbolizar un éxito masculino, es decir, es como un trofeo. Normalmente esta publicidad que utiliza a la mujer como escaparate suele anunciar productos para hombres con alto nivel adquisitivo y de clase social alta. Así, los más comunes se dan en sectores del automóvil o marcas alcohólicas. 

Esta utilización de las mujeres como objeto publicitaria cada vez más en alza es perjudicial para la imagen de las féminas, y ayuda a que el estereotipo de mujer dependiente del hombre y objeto de las conquistas del varón evolucione cada día más. No se trata a la mujer como es en realidad, solo se ve como una persona con un cuerpo bonito, una cara bonita y que sirve para atraer al hombre. 

Esta imagen que se da en la publicidad dentro de nuestra sociedad de consumo no se corresponde además con la mujer actual, la mujer de todos los días, la que va a trabajar, la que tiene hijos, la que no necesita a un hombre para llegar a ser líder de masas, o simplemente para tener un trabajo digno. La que no necesita enseñar al mundo sus encantos para atraer a la sociedad y manipularla con el objetivo de coneguir lo que desea, vender el producto. 

¿Es necesario que las mujeres sean utilizadas de esa manera para conseguir vender un producto? ¿Deberían oponerse las propias mujeres? En mi opinión, mientras esta siga siendo una sociedad consumista, y el dinero sea el principal objeto de deseo de los seres humanos, las mujeres y cada vez más los hombres, harán lo que sea para conseguir dinero a costa de enseñar sus encantos más íntimos.